sábado, 11 de julio de 2015

Rus, el príncipe olvidado


Veámos aquí una de las muchas leyendas que explican la etnogénesis de los rusos, perdida en la oscuridad de la profunda Edad Media. Esta se basa en la leyenda de Slavén y Rus, dos hermanos caudillos que condujeron a un pueblo eslavo asentado en la orilla del Mar Negro a la región del actual Nóvgorod, la cuna de Rusia.

Traducción de Antonio Airapétov
Original
Al día de hoy el nombre del príncipe Rus no significa nada para la mayoría de los rusos. Sin embargo, es probable que por él precisamente nos llamemos como nos llamamos.

Relacionamos el nacimiento de la Rus [territorio étnico poblado por eslavos orientales y Estado medieval del mismo nombre — NT] con el príncipe Rúrik, invitado por los habitantes de Nóvgorod en 862. Se lo debemos a la Crónica de Néstor y más concretamente a la secular devoción que han profesado por esta fuente los académicos rusos. La Crónica señala como punto de partida de la Historia rusa el año 6360 desde la creación (año 852 del calendario actual) y evita menciones de fechas concretas anteriores a esta.

Néstor no menciona el nombre de Rus pero este aparece en otras fuentes. Así, en el siglo X, el escritor bizantino Simón Metafraste menciona a cierto poderoso caudillo de nombre Ros que da nombre a la belicosa tribu de los rosos.

Los anales persas del mismo período que la Crónica de Néstor contienen un relato algo más detallado sobre Rus. De acuerdo con estas fuentes, Rus era el hermano menor de Jazar (el legendario ancestro de los turcomanos). Según la leyenda, partió en busca de un lugar que fuera «de su agrado». En algún lugar del norte, encontró una isla «de pantanosos suelos y aires putrefactos, y allí se plantó».

Rus también es mencionado en la Gran Crónica de Polonia, Rus y Sus Vecinos, en la cual figura como hermano de Lech y de Czech.

Pero el testimonio más importante es el que aparece en La Leyenda de Slovén y Rus y la Ciudad de Slovensk. El primer registro escrito de esta historia está datado en el siglo XVII, aunque muchos historiógrafos afirman que la leyenda podía haber venido transmitiéndose de forma verbal desde siglos antes. La antigüedad de la leyenda queda acreditada por la Crónica de Ioakim que contiene un relato sobre el príncipe Slovén, fundador de la ciudad de Slovensk. El propio Mijaíl Lomonósov utilizó La Leyenda como argumento frente a la teoría normanda [se trata de la polémica sobre el papel fundacional de los normandos de Rúrik en la Historia de Rusia — NT]:
Antes de la elección de Rúrikov, habitaban el territorio de Rusia pueblos eslavos. En primer lugar, los habitantes de Nóvgorod, denominados eslavos por antonomasia y su ciudad desde antiguo conocida como Slovensk.
Según La Leyenda, en el verano de 3099 desde la creación (compárese esta fecha con la primera mención de las Tierras Rusas en la Crónica de Néstor), Slovén, Rus y su hermana Ilmera partieron de la tierra de sus ancestros, en la costa del mar Negro, «hacia los países del mundo, cual águilas de afiladas alas que cruzan desiertos numerosos, en busca de un lugar propicio que poblar».

Curiosamente la crónica relata que los «colonizadores» partieron en busca de nuevas tierras bajo la bendición de Noé.
"Oímos de nuestros ancestros que bendijo el ancestro nuestro Noé al bisabuelo nuestro Afet con la parte de la tierra de los vientos de medianoche y norte y oeste, y hoy, por eso, hermanos y amigos, escuchad el consejo nuestro: alejemos de nosotros esta enemistad y discordia, si nos encontramos apretados al día de hoy, avancemos, pues, y marchemos de la tierra esta y de la estirpe nuestra y marchemos por las tierras del mundo, que en la suerte echada por el bisabuelo nuestro está, y que nos llevará a la felicidad y a la bendición de nuestro ancestro el bendito Afet y nos dará tierras fértiles para habitar a nosotros y a la estirpe nuestra." Y gustó este discurso de Slovén y de Rus a todas las gentes y todas como una decidieron: "Apropiado es el consejo de los príncipes nuestros y bueno y conveniente el discurso de los sabios soberanos."
Y tras 14 años de peregrinaje los hermanos salieron a las orillas del lago Moysko al que pusieron el nombre de su hermana: Ilmen. Slovén fundó la ciudad de Slovensk, sobre la cual se levantaría el Gran Nóvgorod y Rus, Russa, que nosotros conocemos como Stáraya Russa [Russa la Vieja — NT].

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