martes, 28 de julio de 2015

Importaciones militares rusas después de las sanciones

Transcripción de la intervención del Director del Centro de Coyuntura Estratégica y periodista militar Iván Konoválov en el canal de televisión RBK para comentar el impacto de las sanciones occidentales en las importaciones del complejo industrial militar ruso.

Autor: Iván Konoválov
Traducido por Antonio Airapétov
Original


Antes de las sanciones, las importaciones directas eran de tan solo 150 millones de dólares. Ahora han bajado. Según Rosoboronexport, a unos 100 millones. No es una pérdida tan importante. En algunos casos realmente se ha tratado de tecnologías sensibles, como las cámaras térmicas francesas. También con los franceses se interrumpieron los trabajos para desarrollar el blindado Átom. Pero no eran muchos los contratos de tal magnitud. Por supuesto, todos saben lo de los Mistral, pero en este caso Rusia recuperará su dinero. Es verdad que en aviónica, en diferentes sistemas de la armada, se ha producido un taponamiento del que nuestro complejo industrial militar está empezando a salir. Todavía queda mucho por delante. El sustitución de lo que nos aportaba la colaboración con Ucrania avanza a muy buen ritmo porque allí era todo de base soviética y más de la mitad de los componentes y accesorios ya estaban superados. Con los occidentales todo es más complicado, claro.

No dependemos especialmente de nadie. Nuestro principal problema siempre han sido los elementos de base. En Rusia no se ha desarrollado este aspecto. Y ahora, claro, se intenta recuperar a toda mecha el tiempo perdido. Hemos tenido muy pocos contratos de envergadura. Por ejemplo, los alemanes nos suministraban la dimetilhidrazina, necesaria para nuestros misiles balísticos. Por otra parte, tenemos nuestras propias potencialidades congeladas que ahora podemos empezar a aprovechar. Y en la mayoría de los vectores se habían formado importantes reservas, por lo que no se están produciendo atascos. Por ejemplo, la compañía alemana MTU nos suministraba motores diésel para nuestro Korvet. Pero ahora la fábrica de Kolomna está preparada para sustituir esos motores por los de fabricación rusa. Aunque para eso hará falta tiempo.

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