jueves, 25 de agosto de 2016

Operaciones secretas del Estado Mayor de la URSS

foreign-operations-gru-05El Estado Mayor de la URSS era el órgano central de la administración militar del país. Por razones evidentes no todas sus operaciones eran de dominio público. Algunas llevaban el sello de "alto secreto"...

Operación Berezinó

En los años de la II Guerra Mundial el Estado Mayor de la URSS llevó a cabo numerosas operaciones aunque la mayoría no eran secretas. Las más exitosas de estas últimas fueron las operaciones Monastyr y Berezinó. La idea de la dirección de inteligencia del Estado Mayor y los servicios especiales involucrados consistió en fabular la existencia en la Unión Soviética de la organización clandestina Prestol (trono), simpatizante con los alemanes.


El emigrante Aleksandr Demyánov (a la derecha), reclutado desde 1929, desempeñó un papel clave en el desarrollo de la operación.

Reclutado por el servicio soviético de contraespionaje en el transcurso de la operación Monastyr, contribuyó a la captación de agentes alemanes y al envío de falsa información a Alemania. La inteligencia alemana confiaba en Deméntyev, al que conocía con el alias de Maks, mientras que para la inteligencia soviética era Heine.

El 18 de agosto de 1944 informó por radio a sus superiores alemanes de que en la zona del río Bereziná había sido cercado un importante destacamento de la Wehrmacht. Este destacamento estaría comandado por el subcoronel Scherhorn (Shubin)

Al éxito de la operación Berezinó contribuyó la implicación en la misma de auténticos oficiales alemanes que se habían pasado al Ejército Rojo. Representaron convincentemente el papel del regimiento rodeado y los paracaidistas de enlace eran inmediatamente reclutados por el contraespionaje, entrando en el radiojuego.

Según datos de archivo, entre septiembre de 1944 y mayo de 1945 la comandancia alemana ordenó 39 vuelos y lanzó a la retaguardia soviética 22 exploradores (todos fueron detenidos por el contraespionaje soviético), 13 estaciones de radio, 255 unidades de cargamento con armas, ropa, alimentos, municiones, medicamentos, y 1 777 000 rublos. Alemania siguió aprovisionando su destacamento hasta el final de la guerra.

Operación Anadyr

Anadyr era el nombre en clave de la operación secreta organizada por el Estado Mayor de la URSS para transportar unidades de combate, bombas de aviación y misiles soviéticos a Cuba. El contingente militar soviético se elevaba a 50 874 combatientes y 3 000 civiles. Además era necesario trasladar más de 230 000 toneladas de medios materiales y técnicos.



Avión norteamericano sobrevuela un carguero soviético.

El primer buque partió con destino a Cuba el 10 de julio de 1962. Con el fin de salvaguardar el secreto de la operación esta se presentó como una reubicación estratégica de tropas soviéticas en diferentes lugares del mundo en los que estas tenían presencia oficial.

Para mayor desinformación los navíos del ministerio de la Armada, cargados con moldes de tanques, cañones y otra maquinaria, partían de distintos puertos de la URSS. A todo el mundo, salvo a los oficiales de mayor rango, se comunicó que el destino era Chukotka. De ahí el nombre de la operación: Anadyr.

El puerto de Anadyr figuraba en toda la documentación de acompañamiento. A los puertos de partida llegaban grandes cantidades de ropa de invierno: botas de fieltro y abrigos de pieles.



Técnicos soviéticos con destino a Cuba a bordo de la nave Nikoláyevsk.

El sargento de la unidad de misiles 14119 de Dárnitsa Víktor Kostiujevski, que había participado en aquello, recordaba: "El secreto era impresionante. Ninguna información. Se firmaba un papel por el que cada soldado por separado se comprometía a cumplir con su deber internacionalista en el territorio de otro país. Y nada más. Ningún otro detalle."



Base de defensa antiaérea de San Cristóbal

No fue hasta haber analizado las fotografías aéreas el 14 de octubre de 1962 cuando la CIA se percató de que había misiles balísticos soviéticos instalados en Cuba. Hasta entonces, y a pesar de lo que reportaban sus informadores, los EEUU no tenían la certeza de que Cuba hubiera quedado bajo el paraguas nuclear soviético.

Operación Salto Vietnamita

La participación de las tropas soviéticas en la Guerra de Vietnam se mantuvo oculta durante mucho tiempo. Pese a que las modernas películas de Hollywood presentan al agente rojo como el principal enemigo de los yanquis, la presencia de los militares soviéticos en la Guerra de Vietnam tenía carácter reservado.



La URSS adoptó la decisión sobre el envío de militares a Vietnam solo tras el comienzo, el 2 de marzo de 1965, de bombardeos sistemáticos contra Vietnam Norte por parte de EEUU. El Estado Mayor soviético desplegó un suministro a escala de maquinaria de guerra, técnicos y soldados a Vietnam. Por supuesto, todo en condiciones de extrema confidencialidad.

Los veteranos recuerdan que hasta subir al avión los soldados vestían ropa civil y que sus cartas pasaban una censura tan férrea que, de caer en manos manos de extraños, estos no podrían sino pensar que los remitentes estaban disfrutando de unas apacibles vacaciones en algún lugar del sur.

Llegaron a Vietnam desde la URSS unos seis mil y pico oficiales y unos 4000 soldados. Estos números demuestran a las claras que el agente especial soviético no podía haber sido el gran enemigo para el ejército de medio millón de hombres de EEUU. Además de técnicos militares la URSS envió a Vietnam 2000 tanques, 700 aviones ligeros y maniobrables, 7000 cañones y morteros, más de cien helicópteros y mucho más.



Prácticamente todo el sistema de defensa antiaérea del país, impecable y impenetrable para los cazas, había sido construido por técnicos soviéticos con medios soviéticos. Asimismo se impartió formación en el extranjero. Las academias y escuelas militares de la URSS formaron a militares vietnamitas.

Fuerzas especiales africanas

Durante mucho tiempo no se habló de los soldados soviéticos que combatieron en África. Más aún, el 99 % de los ciudadanos soviéticos no sabía que hubiera un contingente militar soviético en las lejanas Angola, Mozambique, Libia, Etiopía, Yemen Norte y Sur, Siria o Egipto.

Claro que llegaban rumores pero, hasta ser confirmados por el periódico Pravda, eran recibidos con cautela, como cuentos y especulaciones.



Entretanto, solo por orden de la Administración Central nº 10 del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la URSS, entre 1975 y 1991, pasaron por Angola 10 985 generales, oficiales, cabos y rasos.

En el mismo período fueron enviados a Etiopía 11 143 militares soviéticos. Si a eso se suma la presencia militar soviética en Mozambique, se puede hablar de más de 30 000 soldados y técnicos militares soviéticos en tierras africanas.

Sin embargo, a pesar de estas proporciones, los soldados y oficiales que cumplían con su deber internacionalista, eran como inexistentes: no recibían medallas o condecoraciones, sus hazañas no aparecían en la prensa soviética. Era como si no existiesen en las estadísticas oficiales.

En las cartillas militares de los participantes de las guerras africanas normalmente no figuraba ninguna inscripción sobre su destino africano, solo una discreta marca con el número de unidad, tras el cual se ocultaba la Administración Central nº 10 del Estado Mayor de la URSS.

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