Tras tomar posesión por cuarta vez como Presidente de Rusia Vladímir Putin sometió a la votación de la Duma del Estado la candidatura de Dmitri Medvédev para el puesto de primer ministro. Varios expertos exponen su parecer sobre las razones por Putin repite candidato y sobre sus posibilidades de convertirse en el sucesor del Presidente.
Yelena Mujamétshina, Svetlana Bocharova
Texto origen
Dmitri Badovski, presidente del consejo de administración de la fundación Instituto de Investigaciones Socioeconómicas y Políticas:
En realidad, Putin ya mencionó sus motivos para dejar a Medvédev en el puesto de primer ministro en su reunión con el gobierno saliente. Especialmente subrayó la necesidad de continuidad y coherencia, y asimismo, remarcó los méritos personales de Medvédev. El Presidente necesita que el nuevo gabinete se ponga en marcha lo antes posible, sin período de adaptación, y se enfrente a las nuevas tareas formuladas en el mensaje del 1 de marzo. Se ha insistido en que muchas de las decisiones que tendría que adoptar el nuevo gabinete podrían ser "difíciles" y Putin había señalado con anterioridad que el candidato a primer ministro debería "saber explicar" estas decisiones. Medvédev tiene una amplísima experiencia en la implementación de políticas públicas y, en ese sentido, saca ventaja a cualquier otro candidato potencial.
El nuevo gobierno permanecerá con toda seguridad hasta el año 2022. Las reformas clave que se necesitan a corto plazo serán de gran calado temporal. Una reforma medianamente importante del gobierno no va a ser posible antes del año 2022 cuando, tras las elecciones ordinarias a la Duma del Estado de 2021, el sistema político ruso entre en la fase de preparación para las elecciones presidenciales de 2024.Grigori Gólosov, profesor de la Universidad Europea de San Petersburgo
Medvédev ha demostrado ser un muy leal partidario de Putin. El Presidente no puede formular ninguna objeción medianamente seria a Medvédev sin formulársela indirectamente a sí mismo. Ciertamente eso no garantiza su futura supervivencia política. Pero se comprende que los cambios que se hacen en un gobierno tras una toma de posesión son de carácter altamente simbólico. En caso de una necesidad real un gobierno podría ser relevado en cualquier momento. Pero para que un gobierno sea relevado se tiene que dar una necesidad extrema derivada de una grave crisis económica o de política exterior. Nada de eso es descartable pero por el momento son escenarios poco realistas. En la coyuntura actual no hay ningún motivo para no prorrogar la permanencia de Medvédev en el puesto de primer ministro. Pienso que está en la selecta lista de personas que Putin contempla como sus posibles sucesores.Mijaíl Vinográdov, presidente de la fundación Política de Petersburgo
La persona de Medvédev no podría ser, política y psicológicamente, más cómoda para Putin, tanto por las relaciones que se dan entre ellos como por el proceder de Medvédev en otoño de 2011 cuando, en realidad, renunció a todo por Putin. Ningún otro político ruso ha cometido jamás una "hazaña" de tal envergadura. Asumió máximos riesgos reputacionales.
Había algo de ambigüedad en el ambiente por la demanda de nuevos aires y renovación en la política. Por eso Putin no asumió ningún compromiso público para con Medvédev en el transcurso de la campaña electoral. Hubo algunos intentos de poner a prueba la estabilidad del gobierno, inclusive la detención del propietario del grupo Summa Ziyavudín Magomédov. Pero al final las presiones para el relevo del primero ministro no resultaron significativas, pese al efecto desgaste que existe en una parte del establishment.
El reemplazo de Medvédev siempre queda en la recámara si la situación social experimenta un grave deterioro. Además ahora vamos a entrar en una especie de espera del ecuador del mandato de Putin (mayo de 2021), pasado el cual, podrían adoptarse algunas decisiones reales relacionadas con la futura transición. Es poco probable que se hayan ofrecido a Medvédev garantías concretas de su permanencia en el cargo.Yevgueni Minchenko, presidente del grupo de telecomunicaciones Minchenko Consulting
El escenario de la reelección de Medvédev era el principal de los que se barajaban y no se ha producido ninguna circunstancia de fuerza mayor. Medvédev es un primer ministro que se entiende. Medvédev como primer ministro es, además, la cuestión de la sucesión aplazada. Cualquier otro candidato habría sido percibido enseguida como un sucesor potencial. Pero Medvédev, aunque también, naturalmente, es uno de los candidatos a la sucesión, personifica una cierta estabilidad y continuidad.
Pienso que el nombramiento de Medvédev durará al menos hasta 2021. Si no concurre ninguna fuerza mayor podrá serguir trabajando tranquilamente hasta la próxima Duma. La constitución de la nueva Duma será el momento de transición. Si Medvédev conserva allí su posición, por supuesto que se convertirá, desde ese momento, en el favorito a la sucesión.Andrey Kolesnikov, director del programa Instituciones Políticas y Política Interior Rusa del Centro Carnegie de Moscú
La fuerza de Medvédev está en su debilidad. Técnicamente conviene a todo el mundo. Es un mensaje a todas las élites: seguimos en la misma dirección, no esperéis una ruptura del equilibrio, el balancín jefe sigue en su puesto. Todas las facciones que ejercen algo de infuencia siguen donde estaban. Es razonable para un hombre que se resiste a convertirse en un "pato rengo", para el que todavía es muy pronto para definir la cuestión sucesoria, suponiendo que esta se vaya a definir a través del puesto de primer ministro.
Medvédev permanecerá en el puesto de primer ministro con toda seguridad hasta las elecciones a la Duma del Estado de 2021. A partir de ahí, si Putin decide introducir a su sucesor o si surge la necesidad de resolver agudos problemas económicos, nombrará para este puesto a alguien con más relieve, una figura política. Pero es imposible predecir a qué bando pertenecerá esa figura. Por el momento Putin está demostrando que la cuestión de la sucesión está cerrada y que este no es un nuevo mandato de 6 años sino la continuación del mismo mandato de 12 años.Andrey Koliadin, politólogo
Hay tres razones principales por las que Medvédev sigue como primer ministro. La primera de ellas es que es un profesional. Ha sido tanto Presidente como primer ministro y conoce todos los matices y entresijos de este trabajo. No tiene nada que aprender ni necesita modelar unas relaciones internas que sirvan de base para un desempeño eficaz. La segunda razón es que es un pararrayos que desvía de Putin los principales impactos del descontento causado por la política económica y blanquea así la pirámide presidencial. Y la tercera razón es que cualquier otra persona nombrada para este puesto sería percibida por una parte de la élite como un sucesor en potencia. Eso dividiría la pirámide presidencial que tanto trabajo ha costado estructurar y forzaría a una parte de la élite a acercarse al potencial sucesor, lo que reduciría la eficacia del poder presidencial.
Creo que Medvédev permanecerá en el puesto de primer ministro hasta que se ponga en marcha el proyecto "Sucesor" y resulte necesario preparar al candidato elegido para la Jefatura del Estado. Eso, claro, si no se opta por otro escenario y no se decide mantener, mediante, por ejemplo, una reforma constitucional, la influencia de Vladímir Putin en la sociedad.
Yo no creo que Medvédev vaya a ser el sucesor: concentra demasiado rechazo. Pero aunque en la sociedad se haya acumulado bastante irritación contra su persona, como gestor y como primer ministro es muy profesional y seguro para la mayor parte de las élites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario