jueves, 3 de diciembre de 2015

Tránsito Persa 2.0: cómo conectará Rusia con Oriente Próximo tras la crisis con Turquía

El politólogo y periodista Mijaíl Chernov analiza para Lenta.ru cómo afecta la crisis con Turquía a los suministros rusos de armamento en Oriente Próximo y cómo puede quedar alterado en consecuencia el equilibrio geopolítico en la región del Cáucaso y el Caspio.

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El martes 24 de noviembre la Fuerza Aérea Turca derribó el cazabombardero Su-24 de la Fuerza Aeroespacial Rusa. El mismo día exlotó el helicóptero empleado en el salvamento de los pilotos catapultados. En respuesta Moscú ha instalado en Siria los complejos de defensa antiaérea S-400 y los militares rusos han elevado repentinamente la intensidad de los bombardeos sobre las posiciones del Estado Islámico y otras organizaciones terroristas. En todo caso, una lucha eficaz contra el EI no podrá llevarse a cabo solamente por aire.

Así lo anunció a mediados de noviembre el secretario de prensa del presidente de Rusia Dmitri Peskov. Según sus palabras, se necesita un «componente principal»: la «operación terrestre que está desplegando el ejército sirio». Una campaña bélica prolongada en Siria, su posible extensión al territorio de Irak y la posibilidad de un enfrentamiento con Turquía (los expertos ya no dudan de que la guerra en Oriente Próximo va para largo) requieren la organización de un canal eficaz para un traslado masivo desde Rusia de municiones, máquinas, tropas y cargamentos civiles de valor estratégico para apoyar al ejército sirio.

El corredor óptimo —y de hecho, el único que puede garantizar una comunicación terrestre ininterrumpida con los aliados de Rusia en Oriente Próximo— atraviesa las regiones del Cáucaso-Caspio e Irán.

Comunicación por mar

Comunicación por mar vía puertos caspios de Oliá y Majachkalá, con posible implicación de puertos fluviales de la cuenca del Volga. Esta ruta garantiza una comunicación directa con Irán, lo que permite sortear la necesidad de llegar a acuerdos con Estados de tránsito. El defecto de la ruta caspia es su mayor duración (en comparación con el transporte ferroviario y por carretera) y la necesidad de un doble transbordo de las mercancías, lo que encarece significativamente los traslados.

Порт Оля Астраханской области
Puerto Oliá, en la región rusa de Astracán.

Comunicación por carretera

Actualmente la comunicación terrestre entre Rusia e Irán a través de Transcaucasia solo es posible por carretera. Y solo funcionan dos rutas de tránsito: la que sigue la costa del mar Caspio a través de Daguestán y Azerbaiyán y la Vía Militar Georgiana que atraviesa el puerto de la Cruz de la Gran Cordillera Caucásica, conecta Osetia del Norte con Georgia y continúa por Armenia hasta Irán. Ambas rutas tienen importantes inconvenientes. Así, la Vía Militar Georgiana se caracteriza por unos tramos bastante complicados para camiones de gran tonelaje. Además está siempre amenazada por desprendimientos y aludes. En todo caso, los pocos camiones de mercancías de Irán con destino a Rusia prefieren precisamente este camino: a través de Armenia y Georgia. En privado los expertos iraníes apuntan a «problemas» en el tránsito azerí relacionados con la extorsión.

Más cómoda es la autopista Transcaucásica (TRANSKAM) que une Rusia e Irán a través de la República de Osetia del Sur, Georgia y Armenia. Actualmente esta ruta se encuentra cerrada por razones políticas. Las autoridades de Tiflis no reconocen la independencia de la República de Osetia del Sur. Aún así, en el año 2014 Rusia completó antes de plazo las labores de modernización y ensanchamiento del túnel de Roki, lo que elevó significativamente la capacidad de tránsito de la TRANSKAM. Entre los bastidores de la conferencia económica internacional de Vladikavkaz en marzo de 2014 los expertos iraníes otorgaban una importancia primordial a la ruta de tránsito que atraviesa el Cáucaso Central (Osetia, Georgia y Armenia).

Рокский перевальный тоннель, соединяющий Россию с Южной Осетией
El túnel de Roki que conecta Rusia y Osetia del Sur.
Comunicación ferroviaria

A finales de 2014 se inauguró la Ruta Oriental del corredor internacional de transportes Norte-Sur que conectó la red ferroviaria rusa con la iraní a través de los distritos costeros de Kazajstán y Turkmenistán.

Continúa, entretanto, la construcción del ramal Astará-Rasht-Kazvín en Irán que unirá las redes ferroviarias rusa e iraní a través de Azerbaiyán. El contrato de construcción de la vía se había firmado en 2005 y en 2013 esta debió haber sido inaugurada pero el lanzamiento se fue aplazando un año tras otro. Al día de hoy solo el trecho Rasht-Kazvín se encuentra terminado. El plazo para terminar el tramo Rasht-Astará se ha prorrogado hasta el año 2016. Según los observadores azeríes la construcción se demora por la falta de interés de Teherán en esta ruta de tránsito.

Desde finales del siglo XIX, primero el Imperio Ruso y posteriormente la URSS y la Federación Rusa han venido estudiando el proyecto de conexión del ferrocarril del Cáucaso Norte con el Transcaucásico siguiendo un trazado que coincide, a grandes rasgos, con el de la TRANSKAM. Para llevar a cabo este proyecto sería necesario construir unos 160 kilómetros de vías en las montañas, unir Alaguir y Tsjinvali, así como reconstruir el tramo del ferrocarril que une Tsjinvali y Gori. La empresa pública Ferrocarriles Rusos volvió sobre este proyecto tras el reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur en 2008. La construcción de la vía facilitaría el acceso más directo a la redes ferroviarias de Georgia y Armenia.

Armenia, junto a Rusia, Irán y China, estudia la posibilidad de construir un tramo de 300 kilómetros que conectaría las redes ferroviarias armenia e iraní. Así lo afirmó en noviembre el ministro de transporte y comunicación de Armenia Gaguik Beglarián. El coste del proyecto se estima en unos 3,2 miles de millones de dólares.

A principios de agosto, las tropas ferroviarias empezaron a despejar las vías del ferrocarril Abjasio entre la ciudad de Ochamchira y la fronteriza con Georgia Inguri. La circulación en este trecho se interrumpió por el conflicto georgiano-abjasio y su estado, hasta hace poco, presentaba un cuadro desolador: vías férreas cubiertas por abundante vegetación subtropical, raíles desperdiciados en su mayor parte... En Abjasia el transporte de pasajeros solo funciona hasta Sujumi: desde Ochamchira no circulan más que esporádicamente trenes con el carbón de las minas de Tkvarcheli. En una entrevista concedida al periódica abjasio Núzhnaya Gazeta el vicedirector de administración del ferrocarril Abjasio Ígor Margania insinuó que «la limpieza del tramo podría estar relacionada con la intención de reabrir la vía». Esta información fue confirmada por el jefe de la administración estatal de transporte de Abjasia Zurab Jadzhimba: la vía estaría siendo preparada para ser reconstruida con el fin de reabrir el tránsito a través de Abjasia. Señaló, asimismo, que las tropas ferroviarias rusas aparecieron «de forma inesperada», aunque consensuadamente con la contraparte abjasia.

Esta noticia resultó inesperada también para la parte georgiana: «¿Están despejando la vía para abrir el tráfico ferroviario a través de Georgia? Pues no estábamos al tanto», — declaró a Lenta.ru una fuente georgiana. Por otra parte, los medios han venido informando repetidamente sobre supuestas reuniones secretas que se estarían celebrando entre representantes rusos y georgianos para reconectar Rusia y Georgia a través de Abjasia mediante una ruta que continuaría hasta Armenia.

El restablecimiento de la circulación en el antiguo tramo del ferrocarril que unía a la URSS con Irán a través de Armenia y la República Autónoma de Najicheván (perteneciente a Azerbaiyán) no se contempla a causa del duro conflicto armenio-azerí. La carretera que atraviesa Abjasia no es tenida en cuenta, dado que, tras la reapertura del tránsito, solo tendrá una función auxiliar.

Resumen

La apertura de corredores terrestres entre Rusia e Irán y su uso para el traslado de cargamentos militares y estratégicos choca con el problema de los Estados de tránsito. La Ruta Oriental del corredor Norte-Sur atraviesa el territorio de un Turkmenistán neutral que, tal como están las cosas, no permitirá el transporte de tropas por su territorio. Las rutas que cruzan Azerbaiyán no satisfacen plenamente a Irán por las complicadas relaciones entre Bakú y Teherán. Las rutas georgianas se encuentran bloqueadas por el conflicto con Rusia, Osetia del Sur y Abjasia. No obstante, en otoño de 2016 tendrán lugar en Georgia las elecciones parlamentarias de turno: un relevo en las élites del poder podría desbloquear las rutas de tránsito.

Los corredores de transporte entre Rusia e Irán tendrán también en el futuro un valor comercial estratégico. Actualmente el volumen de su intercambio comercial no es excesivo (algo más de mil quinientos millones de dólares). Pero tras la retirada de sanciones a Irán se estima que la reconstrucción de su economía requerirá unos 500 mil millones de dólares y Rusia aspira a hacerse con gran parte de los contratos. Además Irán garantiza la salida más directa al mar Arábigo y al océano Índico. En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, ante los bloqueos en el Mar Negro y en el Báltico, así como ante las grandes pérdidas sufridas por los convoyes del norte en la ruta del Ártico, la vía transiraniana (el llamado Tránsito Persa) se convirtió en una de las principales vías de suministro para la Unión Soviética.

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